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miércoles, 10 de marzo de 2010

Texto 1

KANT: EL GIRO COPERNICANO

Se ha supuesto hasta ahora que todo nuestro conocer debe adecuarse a los objetos. Pero todos los intentos realizados bajo tal supuesto con vistas a establecer a priori, mediante conceptos, algo sobre dichos objetos –algo que ampliara nuestro conocimiento- desembocaban en el fracaso. Veamos, por lo tanto, si no progresaremos más en las tareas de la metafísica con la suposición inversa, a saber, que los objetos tienen que adecuarse a nuestro conocimiento. Esto, desde luego, concuerda mejor con la posibilidad que estamos buscando, a saber, la de un conocimiento a priori de los objetos que establezca algo sobre ellos antes de que nos sean dados.

Ocurre aquí como en los primeros pensamientos de Copérnico. Éste, viendo que no conseguía explicar los movimientos celestes si aceptaba que todo el ejército de estrellas giraba alrededor del espectador, probó si no obtendría mejores resultados haciendo girar al espectador y dejando las estrellas en reposo. En la metafísica se puede hacer el mismo ensayo en lo que atañe a la intuición de los objetos. Si la intuición tuviera que regirse por la naturaleza de los objetos, no veo cómo podría conocerse algo a priori sobre esa naturaleza. Si, en cambio, es el objeto (en cuanto objeto de los sentidos) el que se rige por la naturaleza de nuestra facultad de intuición, puedo representarme fácilmente tal posibilidad. Ahora bien, como no puedo pararme en estas intuiciones, si se las quiere convertir en conocimientos, sino que debo referirlas a algo como objeto suyo y determinar éste mediante las mismas, puedo suponer una de estas dos cosas: o bien los conceptos por medio de los cuales efectúo esta determinación se rigen también por el objeto, y entonces me encuentro, una vez más, con el mismo embarazo sobre la manera de saber de él algo a priori; o bien supongo que los objetos, o lo que es lo mismo, la experiencia, única fuente de su conocimiento (en cuanto objetos dados), se rige por tales conceptos. En este segundo caso veo enseguida una explicación más fácil, dado que la misma experiencia constituye un tipo de conocimiento que requiere entendimiento y éste posee unas reglas que [...] se expresan en conceptos a priori a los que, por tanto, se conforman necesariamente todos los objetos de la experiencia.

Kant, Crítica de la razón pura, BXVII-XVIII

CUESTIONES:

1. Explique brevemente el significado de las siguientes expresiones: “conocimiento a priori”, “metafísica”, “experiencia” y

“conceptos a priori”. (2 puntos)

2. Desarrolle el contenido del texto siguiendo su estructura conceptual y argumentativa. (3 puntos)

3. Enmarque el contenido del texto en el contexto de la teoría del conocimiento kantiana o señale sus conexiones con el pensamiento racionalista y empirista. (3 puntos)

4. Haga un esquema, mapa conceptual o cuadro sinóptico en el que quede reflejada la estructura conceptual y argumentativa del texto. (2 puntos)

UN EJEMPLO PARA CORREGIR EN CLASE

CUESTIONES:

1. Explique brevemente el significado de las siguientes expresiones: “conocimiento a priori”, “metafísica”, “experiencia” y “conceptos a priori”. (2 puntos)

Conocimiento a priori: (transcendental) Para Kant, en la estética transcendental es todo aquel conocimiento universal y necesario que no parte de la experiencia, pero que sin embargo es necesaria para tener un conocimiento de ella. Por eso Kant la denomina trascendental, porque posibilita el conocimiento. Lo son el tiempo y el espacio (Matemáticas).

Metafísica: estudia el conocimiento más allá de lo que puede darse en la experiencia (noúmeno), es decir no aplica las categorías y no se refiere al conocimiento de los fenómenos. A Kant le va a interesar el estudio de la metafísica en la dialéctica trascendental, pues quiere averiguar si la metafísica ha de considerarse como ciencia o no y se ocupa del ámbito de la Razón

Experiencia: se refiere a todo aquello que nosotros podemos percibir a través de nuestros sentidos. Kant la denomina más concretamente sensibilidad y es la fuente de nuestro conocimiento.

Conceptos a priori: (también puro) Para Kant, en la analítica transcendental, se refiere a aquellas percepciones o conceptos puros que surgen de forma espontánea del entendimiento, es decir, que no surgen de la experiencia (al igual que ocurre en la estética trascendental). Estos conceptos a priori (o puros) los denomina Kant Categorías, que se corresponden con los juicios que hace de la realidad. Se corresponden con los conceptos sintéticos de la física.


2. Desarrolle el contenido del texto siguiendo su estructura conceptual y argumentativa. (3 puntos)

Con este texto, Kant nos explica una de sus doctrinas, la revolución copernicana. Kant la llegó a denominar así porque tomó cómo idea lo que hizo Copérnico y, de manera semejante, Kant le daría su uso en la metafísica.

Así pues, Kant parte del hecho de que desde siempre se ha pensado que el sujeto se adecúa al objeto, es decir, su conocimiento se adecúa al objeto. Pero bien se ha visto que siguiendo dicha creencia, los resultados no han sido exitosos. Él propone una inversión; que sea el objeto quién se adecúe al sujeto. De esta gorma, Kant ve una coherencia, concuerda.

Esta reflexión la compara con Copérnico; siempre se ha creído que la Tierra era el centro del universo (objeto) y que era el Sol quien giraba a su alrededor. Sin embargo, Copérnico, con esta teoría, no conseguía dar explicación de los movimientos celestes, por lo que hizo también una inversión: el Sol (sujeto) como centro y la Tierra (objeto) que gira a su alrededor.

Dice Kant que en cuando a la intuición de la metafísica, se puede hacer del mismo modo que Copérnico; si la intuición se rige por la naturaleza de los objetos no se podría dar a conocer algo de forma universal y necesaria (a priori), pero sí si ocurre que la naturaleza de los objetos se rigen por la intuición. En cuanto a la intuición, Kant supone dos cosas, si las quiere referir a algo como objeto suyo y determinar éste mediante las mismas: que los conceptos se rigen por el objeto o que los objetos se rigen por esos conceptos. Por supuesto, Kant se inclina sobre la última, ya que en la primera opción volveríamos a la misma situación sobre el priori.

Así, Kant cierra afirmando que es más devoto a suponer que la experiencia constituye un tipo de conocimiento que requiere un entendimiento y que posee una serie de conceptos a priori (antes de la experiencia) y, por tanto, conforma todos los objetos de la experiencia.

3. Enmarque el contenido del texto en el contexto de la teoría del conocimiento kantiana o señale sus conexiones con el pensamiento racionalista y empirista. (3 puntos)

Como hemos visto, el texto se adecúa a la revolución copernicana de Kant, por la cual establece que el objeto se adapta al conocimiento del sujeto y no al contrario como se venía diciendo. De esta manera, le hace posible progresar en las cuestiones de la metafísica.

Kant nos habla del Giro copernicano como simil para explicar un tanto sus pensamientos y suposiciones a cerca del sujeto. Sin embargo, ¿de dónde parte el pensamiento de que el objeto que se adecúa al sujeto?

Bien pues, debemos partir del hecho de que Kant irá a reflexionar sobre la sensibilidad y el entendimiento, como las dos facultades que le sirven al ser humano para conocer. Kant hace, por tanto, una síntesis entre el Racionalismo y el empirismo, pues concibe que tanto la sensibilidad como entendimiento son importantes para el conocimiento y que, si faltase alguno de ellos, sería imposible el conocer. Así pues, su filosofía va a aportar esta nueva “fusión” dentro de los dos grandes ejes en los que Kant reflexiona: el conocimiento y el comportamiento humano, integradas en cuatro cuestiones fundamentales: ¿qué puedo conocer?, ¿qué debo hacer?, ¿qué me cabe esperar? Y ¿qué es el ser humano?

El texto, al hablar a cerca de una reflexión en cuanto del conocimiento, nos referiremos a este, que es el que nos compete.

La pretensión de Kant era averiguar, en la Crítica de la Razón pura, si bien la metafísica se podría considerar como ciencia; ésta siempre había dado explicaciones sobre todo aquello que se nos escapa más allá de la experiencia y, en vez de progresar como otras ciencias hacía, se quedaba siempre estancada. Pero para saber si podemos categorizar a la metafísica como ciencia, Kant se propone averiguar qué condiciones han de darse para que hablemos de ciencia.

Kant habla de que la ciencia se expresa en juicios (véase afirmaciones con S+P), por lo que, para saber qué tipo de juicio utiliza, hace la siguiente clasificación:

JUICIOS ANALÍTICOS Y SINTÉTICOS: En los primeros, el predicado ya va incluido en el sujeto (por lo que no aporta mayor información), mientras que los otros si aportan información

JUICIOS A PRIORI Y A POSTERIORI: El primero, como aquel que no parte de la experiencia, si no que es universal y necesario. El segundo, como aquel que podemos obtener por la experiencia, es decir, que son particulares y contingentes.

Como vemos, los juicios sintéticos son necesariamente a posteriori y los analíticos a priori. Sin embargo, la ciencia no puede hacer uso de uno ni de otro, pues los juicios sintéticos a posteriori no pueden ser mostrados mediante la experiencia, y los analíticos a priori pecan de ser particulares y de no aportar información extra.

La ciencia puede solamente tener juicios sintéticos a priori, por tanto (son universales y a la vez aportan información).

Así pues, establecido los juicios, Kant va a hablarnos de la estética trascendental, la analítica trascendental y la dialéctica transcendental, como 3 partes en las que estructura la Crítica de la Razón Pura.

La primera, se basa en el estudio de la sensibilidad como fuente de nuestro conocimiento y los juicios sintéticos a priori de las matemáticas. Así, tratara de las dos condiciones sensibles del conocimiento: empíricas y a priori, siendo la primera aquella que obtenemos a través de los sentidos y las de a priori como aquellas que todos conocemos y son universales y necesarias. Estas últimas son el tiempo y el espacio, puesto que los objetos de la experiencia deben estar ligados a ellos y, si no, no se podrían conocer de ningún modo. Gracias a estas percepciones, que no conceptos, nosotros podemos tener una experiencia de nuestro mundo. Las matemáticas utilizan unos juicios sintéticos a priori basado en esto mismo, en el tiempo y espacio; pues la geometría se ocupa del espacio y la aritmética de la sucesión en el tiempo.

Por otro lado, hablamos de la analítica transcendental, es decir, la parte que se centra en el estudio del entendimiento como facultad del ser humano, quien se ocupa de reorganizar de forma coherente todas las impresiones recibidas de la sensibilidad, y de los juicios sintéticos a priori de la física. Como en la estética, la analítica y hace uso de dos conceptos: empíricos y a priori. Estos últimos se caracterizan por surgir espontáneamente del entendimiento, sin relación alguna con la experiencia. Estos conceptos puros son denominados por Kant categorías. Estas, además, se corresponden con los tipos juicios que hay, pues cuando das categorías, en cierta manera, estás dando un juicio. Hay cuatro juicios diferentes: cantidad, cualidad, relación y modalidad, de los que se obtienen las categorías. Como vemos, las categorías son de suma importancia, pues son condiciones necesarias de nuestro conocimiento; al pensar aplicamos categorías, las cuales, sin contenido, se deben amoldar a un objeto de la realidad porque, si no, no habrá conocimiento (uso ilegítimo de las categorías).

El propio Kant definió su filosofía como idealismo trascendental ya que aplica las categorías en la experiencia, con la condición necesaria de espacio y tiempo, para hallar el conocimiento. A esto se le denomina fenomismo; un fenómeno es aquella solución que resulta de aplicar las categorías de forma legítima en la realidad. Fenómeno es “aquello que se muestra”, por lo que habrá algo que no se muestre, los noúmenos. Estos últimos, son intuiciones intelectuales pero, el propio Kant, afirmará que es una contradicción, pues no puede haber percepciones intelectuales porque no hay espacio-tiempo.

Ahora bien, la Dialéctica ya atañe a la metafísica de la que el texto nos habla. La metafísica dogmática ofrece un conocimiento de noúmenos, como bien señalamos antes… de las cosas en sí, de aquello que queda más allá de la experiencia (no fenómenos). Aquí, Kant ocupará el ámbito de la Razón y del funcionamiento de éste, la razón parece ser una facultad que tenemos de emplear ideas, siendo las ideas conceptos que no derivan de la percepción (son a priori) y no se ocupa de los fenómenos, aplica principios que están más allá de toda experiencia posible. En el texto, Kant no se entretendría a explicar si esas intuiciones pudieran ser conocimientos tales como la ciencia, si no que directamente iría a determinar si bien esas intuiciones se basaban en conceptos que se rigen por el objeto u ocurre al revés.


4. Haga un esquema, mapa conceptual o cuadro sinóptico en el que quede reflejada la estructura conceptual y argumentativa del texto. (2 puntos)

GIRO COPERNICANO según el propio KANT:

NO todo nuestro conocer debe adecuarse a los objetos - AL REVÉS, Progresaremos más en las tareas de la metafísica.

Ocurre con los primeros pensamientos de Copérnico: no conseguía explicar los movimientos celestes si no hacía girar al espectador, dejando las estrellas en reposo.

Igual que en metafísica: es el objeto (en cuanto objeto de los sentidos) el que se rige por la naturaleza de nuestra facultad de intuición.

Los objetos, o lo que es lo mismo, la experiencia, única fuente de su conocimiento (en cuanto objetos dados), se rige por tales conceptos.

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