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miércoles, 10 de marzo de 2010

Texto 1

HUME: RELACIONES DE IDEAS Y CUESTIONES DE HECHO

Todos los objetos de la razón o de la investigación humanas pueden dividirse de modo natural en dos clases, a saber, relaciones de ideas y asuntos de hecho. De la primera clase son las ciencias de la Geometría, el Álgebra y la Aritmética y, en pocas palabras, toda afirmación que sea cierta intuitiva o demostrativamente. Que el cuadrado de la hipotenusa es igual al cuadrado de los dos lados es una proposición que expresa una relación entre esas figuras. Que tres por cinco es igual a la mitad de treinta expresa una relación entre esos números. Las proposiciones de esta clase pueden ser descubiertas por la mera operación del pensamiento, sin dependencia de que haya nada existente en el universo. Aunque nunca hubiera un círculo o un triángulo en la naturaleza, las verdades demostradas por Euclides retendrían por siempre su certeza y evidencia.

Los asuntos de hecho, que son los segundos objetos de la razón humana, no se averiguan de la misma manera, ni es nuestra evidencia de su verdad, por grande que sea, de naturaleza semejante a la anterior. Lo contrario de todo asunto de hecho es siempre posible; pues nunca puede implicar una contradicción, y es concebido por la mente con la misma facilidad y distinción como si ajustase perfectamente a la realidad. Que el sol no salga mañana es una proposición no menos inteligible y que no implica mayor contradicción que la afirmación de que saldrá. Sería vano, por tanto, intentar demostrar su falsedad. Si fuera demostrativamente falsa, implicaría una contradicción y nunca podría ser concebida distintamente por la mente.

[...]

Cuando recorramos las bibliotecas persuadidos de estos principios, ¿qué destrozos tendríamos que hacer? Si tomamos en nuestra mano cualquier volumen de teología o metafísica escolástica, por ejemplo, preguntemos: ¿Contiene algún razonamiento abstracto acerca de la cantidad o el número? No. ¿Contiene algún razonamiento experimental acerca de asuntos de hecho y existencia? No. Arrojémoslo entonces a las llamas: pues no puede contener sino sofística y engaños.

Hume, Investigación sobre el entendimiento humano, IV, i y XII, iii.

CUESTIONES:

1. Explique brevemente el significado general de las siguientes expresiones: “ideas”, “contradicción”, “razonamiento abstracto” y “razonamiento experimental”. (2 puntos)

2. Desarrolle el contenido del texto haciendo especial hincapié en su estructura conceptual y argumental. (3 puntos)

3. Enmarque el contenido del pasaje en el contexto de la filosofía empirista de Hume, en contraste con la filosofía racionalista continental, y relaciónelo con la teoría humeana de la causalidad. (3 puntos)

4. Haga un esquema, mapa conceptual o cuadro sinóptico en el que quede reflejada la estructura conceptual y argumentativa del texto. (2 puntos)

UN EJEMPLO PARA CORREGIR EN CLASE


CUESTIONES:
1. Explique brevemente el significado general de las siguientes expresiones: “ideas”, “contradicción”, “razonamiento abstracto” y “razonamiento experimental”. (2 puntos)

Ideas: según Hume, son aquellas percepciones cuya fuerza y vivacidad era mucho menor (más débil) con respecto a las impresiones. Estas Ideas, que se forman en el intelecto, es decir, las pensamos (que no sentir), surgen a partir de las impresiones. Esto quiere decir que no son las percepciones son dependientes (no originarias, prioritarias) y, por tanto, ya no hablamos de ideas innatas.

Contradicción: Hume la utiliza para distinguir entre dos tipos de proposiciones: las relaciones de ideas de la Aritmética, Álgebra y Geometría y las de datos de hechos. Las primeras, por ejemplo, se basan en el principio de no contradicción (un triángulo tiene 3 ángulos y no puede tener 4) y las segundas se basan en el principio de contradicción, es decir, que si puede implicar una contradicción porque el hecho siempre es posible.

Razonamiento abstracto: se refiere a aquel razonamiento que toma forma en el intelecto, es decir, nosotros no hemos podido desarrollarlo a través de la experiencia con los sentidos. Pertenece pues, a un razonamiento propio del racionalismo que se identifica con la “idea”.

Razonamiento experimental: es aquel razonamiento con el que Hume se refiere al conocimiento que obtenemos a través de las percepciones (sensaciones). Se identifica con la “impresión” de Hume, por tanto. Del mismo modo, pertenece al un razonamiento propio del Empirismo.


2. Desarrolle el contenido del texto haciendo especial hincapié en su estructura conceptual y argumental. (3 puntos)

En el texto, Hume viene a explicar las distinciones entre las relaciones de ideas y Datos de hecho.

Así, de primera mano, nombra a las dos y comienza con las de relaciones de ideas; a estas pertenece la Aritmética, Álgebra y Geometría, es decir, todo aquello demostrable e intuitivo. Para visualizar lo que nos viene a decir, pone varios ejemplos como el de la hipotenusa, que es igual al cuadrado de los dos lados (establecen ambas figuras una relación, y dicha afirmación es demostrable). Así, Hume nos viene a decir que las relaciones de ideas son aquellas que resultan de operar en el intelecto; es decir, que no abarcan aquello que exista o pueda existir en el mundo.

Una vez dicho en qué consisten las relaciones de ideas, pasa a los hechos de datos, los cuales no se averiguan de la misma manera; en los hechos, puede darse la posibilidad de que ocurra lo contrario, es decir, que no implica una contradicción. A continuación, nos advierte de que en la proposición “El sol no saldrá mañana” es absurdo intentar demostrar su falsedad, pues no hay una contradicción lógica a dicha proposición que pueda estar segura de ello (bien es posible que el sol si salga o no). Si se pudiese demostrar que si es falsa, ya implicaría una contradicción, con la consecuencia de que no estaríamos hablando de datos de hecho porque no se advertiría de forma distinta en la mente.

Hume , en el fragmento último, acaba haciendo una crítica total a la metafísica y a la teología, es decir, a las demostraciones de Dios y a la ciencia que estudia al conjunto de la realidad mediante el ser y sus principios fundamentales (sustancia, sujeto, Dios), puesto que no contienen ningún razonamiento racional ni experimental. Con gran rotundidad, “envía a las llamas” dichos volúmenes puesto que sólo contienen, según él, mentiras y sofística.


3. Enmarque el contenido del pasaje en el contexto de la filosofía empirista de Hume, en contraste con la filosofía racionalista continental, y relaciónelo con la teoría humeana de la causalidad. (3 puntos)

En el texto, como se ha comentado, trata de una de las doctrinas más importantes dentro de la filosofía de Hume; es la distinción entre dos tipos de objetos que según Hume, pertenecen a la razón humana: las relaciones de ideas y los datos de hecho.

Bien como señala Hume en el texto, las relaciones de Ideas se corresponde con todas aquellas proposiciones que se limitan a operar sobre contenidos ideales, es decir, independientemente de lo que exista en el universo. Así pues, esos ejemplos establecidos en el texto nos sirven como apoyo para comprender que hay una relación entre ideas: la multiplicación de cinco por tres es igual a la mitad de treinta establece dicha relación entre números, como bien indica Hume y así con la demostración de la hipotenusa. Bien entonces, vemos cómo dichas relaciones de ideas se corresponden con la Aritmética, Álgebra y Geometría y todo aquel conocimiento que pueda ser demostrable y, por tanto, que no conlleve a su contradicción.

Sin embargo los segundos objetos, los datos de hecho, no se averiguan de la misma forma. Hume nos pone una proposición como ejemplo en el texto: “Mañana no saldrá el sol”. En el caso de los datos de hecho, los hechos siempre pueden tener la posibilidad de que se dé su contrario, es decir, puede implicar una contradicción. Con esta proposición, decir que “mañana no saldrá el sol”, es igual de posible que ocurra su contrario (que salga el sol), pues no podemos asegurar mediante una demostración lógica (como en las anteriores) de que eso sea falso.

Pero antes de hablar del último fragmento del texto, se debe explicar en qué consiste la teoría de Humey, sobretodo, la causalidad. Debemos de partir del hecho de que a Hume no le satisfacía el sentido con el que Locke empleaba el término “idea”. Así es por lo que, atendiendo a diferente contenido en el conocimiento, llegando a diferenciar impresión e idea. La impresión, según Hume, es aquella percepción fuerte e intensa que abarca la amplitud las sensaciones, las emociones y las pasiones mientras que la idea es una percepción débil que se funda en el pensamiento, mientras que la impresión se siente. La percepción prioritaria y originaria siempre va a ser la impresión; la idea sólo sigue a esa impresión, pues Hume le da mayor importancia al sentir que al pensar. Con esto, ya podemos ver la diferencia abismal con respecto a racionalistas como Descartes; mientras que Descartes habla de la Razón como un don que todos debemos emplear de forma correcta para hallar conocimientos verdaderos mediante buenos razonamientos, Hume trata en un segundo lugar al pensamiento, como portadora de conocimientos vagos de las impresiones. Además, Hume con el hecho de considerar a las impresiones cmo originarias, descarta que las ideas sean innatas (no existían en nuestra mente anteriormente) en contraposición con lo que defendería Descartes.

Hume hablaría también de dos tipos de impresiones: unas sencillas y otras complejas. Las impresiones complejas nos pueden ser dadas al pensamiento simplemente como copia de las impresiones complejas (por la memoria) o bien mediante unas combinaciones múltiples de ideas simples en nuestro intelecto. De esta forma, no solo gracias a la memoria si no a la facultad de la imaginación, podemos asociar varias ideas y variarlas. Las ideas simples, según Hume, tienden a agruparse entre sí en nuestro intelecto. El vínculo que hace posible esa asociación no es más que una serie de propiedades: la contigüidad en el tiempo y en el espacio, la semejanza, la causa y el efecto, pues no es posible que dichas ideas se unan entre sí regularmente sin más.

Siguiendo entonces con esas propiedades, Hume nos habla especialmente de una: la causalidad. Para saber si una idea es verdadera, se ha de identificar con una impresión existente. Si no se asemeja a dicha impresión, entonces hablaremos de una idea ficticia. Pues bien, si aplicamos esto a la causalidad, sólo podemos hacer referencia a aquellas impresiones actuales, nunca venideras puesto que no conocemos las impresiones que se sucederán en el futuro. Nuestra certeza de lo que va a ocurrir no es más que una inferencia causal. Lo advertimos cuando ponemos un cazo con agua sobre el fuego, que, según sabemos por las características de cada uno y por la continua repetición (contigüidad de ambos elementos en espacio y tiempo) tendrá que calentarse el agua. Sin embargo, ¿dónde encontramos la necesidad de que eso vaya a ocurrir? ¿Cómo sabemos con certeza que la impresión de agua caliente se va a dar si no podemos más que tener impresiones actuales? Así pues, Hume rechaza el principio de causalidad puesto que este supuesto no se basa en una demostración; solo se debe a la observación de una regularidad. Con este principio, se opone completamente a Descartes y a los racionalistas en general, incluso en Locke y la física de Newton. El conocimiento, dice Hume n contra de los racionalistas, debe fundarse en las impresiones que tenemos de ella, de las sensaciones. Así es como el hombre solo conoce por las percepciones, por lo que no puede conocer nada del universo si tenemos en cuenta de que no todos los seres perciben de la misma manera. Cae entonces en un escepticismo pero moderado, pues si negase el mundo, no habría sentido en afirmar las impresiones como percepciones vivas.

En el fragmento último del texto, se advierte la contrariedad de Hume ante la metafísica y la Teología. Hume, siendo un empirista que demuestra un escepticismo (no obstante, moderado) ante la imposibilidad del ser humano de conocer el universo, ve en dichas ciencias engaños y pura sofística (palabrería, podríamos decir). De hecho, él tacha rotunda y tajantemente los principios de la Metafísica: la sustancia, el sujeto y Dios. La sustancia, al no ser una impresión no puede existir, pues en su teoría afirmaría que para saber que una idea era cierta debía ser semejante a una impresión. Por otra parte, el sujeto tampoco puede darse ya que no tenemos una experiencia de nuestro yo, aunque es cierto que tenemos impresiones de cosas que nos ocurren con contigüidad, causalidad y semejanza (por eso es por lo que creemos en la existencia de un sujeto). Sin embargo, esto corresponde a la causalidad y por tanto, desechamos dicha creencia. Y, por último ¿qué impresión tenemos de Dios? Hume desecha por completo la demostración de San Anselmo, pues además se basa en el principio de causalidad (Dios como primer motor, causa del movimiento


4. Haga un esquema, mapa conceptual o cuadro sinóptico en el que quede reflejada la estructura conceptual y argumentativa del texto. (2 puntos)


SEGÚN HUME, DOS TIPOS DE OBJETOS DE LA RAZÓN HUMANA:


RELACIONES DE IDEAS



ASUNTOS DE HECHO


Corresponde a ARITMÉTICA, ÁLGEBRA Y GEOMETRÍA(hechos demostrables e intuitivos)



No implica contradicción. (No como las relaciones de Ideas)

Se opera en el intelecto; nunca en aquello que pueda abarcar lo que existe o pueda existir.

Concebido por la mente con la misma facilidad y distinción como si ajustase perfectamente a la realidad

CRITICA A METAFÍSICA Y TEOLOGÍA à engaños y pura sofística/ sin razonamiento abstracto o experimental.

CRITERIOS DE CORRECCIÓN:
1. Se otorgarán 0,5 puntos por la explicación adecuada de cada una de las cuatro expresiones propuestas.

2. Corresponderán 1,5 puntos a quienes den una explicación - no una mera reproducción- razonablemente coherente del contenido del texto. Los 1,5 puntos restantes se otorgarán a quienes adviertan que en el texto se comienza estableciendo la distinción entre relaciones de ideas y asuntos de hecho, se ilustra cada uno de los términos de esta distinción y, finalmente, se extrae una consecuencia radical de la aplicación de la distinción mencionada.

3. Se asignarán los tres puntos correspondientes a esta cuestión de la siguiente manera:

- 1 punto por la contextualización del texto en la filosofía empirista de Hume;

- 1 punto por el contraste del empirismo británico con la filosofía racionalista continental;

- 1 punto por la puesta en conexión del texto con la teoría de Hume acerca de la causalidad.

4. Se otorgará la puntuación máxima, 2 puntos, a quien, con la fórmula que elija, diferencie al menos los ingredientes señalados en los criterios para la cuestión 2.

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